Mi querida amiga Al debe de estar ahora volando, cruzando el charco para pasearse por nuevas tierras del norte. Y es ahora cuando me toca publicar unas de las muchas fotos que me mandó en enero.
Concretamente estas son de la semana de Navidad que vino de vacaciones a su Galicia natal, y bendita sea la hora que por fin las publico. Alba R.Santos besó este árbol en las Cascadas del río Barosa (Barro -Pontevedra) a finales de diciembre de 2009.
Pero lo especial de este beso de Al, es lo que escribió para completarlo. Gracias por regalarme estas imágenes con tus palabras para que formen parte de este bosque de árboles besados.
"A veces la vida me resulta parecida a un vaso de agua sobre el que nunca deja de llover. A veces los días están llenos de trajes de fiesta desgastados en los armarios de las grandes residencias de verano donde jugaban los niños veinte años atrás. A veces el destino no es más que una fría hoja de calendario disecado, esperando que una sirvienta en los huesos y sin dientes le arranque las hojas.
Siempre me ha parecido que la vida merece la pena cuando uno teme perderla, cuando uno se da cuenta de que ese instante vale tanto la pena que nada en ningún otro lugar del mundo puede hacerte más feliz. Que nada valdría la pena si algo cambiara.
Sé de lo que hablo porque yo sentí eso una noche de abril en Barcelona después de un reencuentro en el aeropuerto del Prat. Volví a tener ese mismo sentimiento en una buhardilla recubierta en madera de Malasaña. Y cuando las cascadas rompían las olas minúsculas en las cáscadas de Barosa una tarde fría de enero. Y ese sentimiento nunca se olvida.
La felicidad bien merece ser inolvidable, al fin y al cabo no sucede tantas veces."
Foto: Alberto Abilleira
No hay comentarios:
Publicar un comentario