Los días en tierras catalanes fueron pocos pero cundieron bastante. Una buena dosis de desconexión y de aires nuevos que siempre sientan bien, además del descanso, las risas y las buenas comidas en agradable compañía. No sabemos cuándo volveremos, pero nos fuimos con la idea de que siempre seremos bien recibidos, y eso ya es mucho.
Besé este árbol rápidamente, y maleta en mano, mientras esperábamos con Montse a que llegase Fer para llevarnos a Barcelona. Fue en una calle del Mosén de Pedragosa en Sant Steve de Palautordera (Barcelona; Cataluña).
Foto: Augusto MZ(Graciñas SoniS ... porque nos sentimos como en casa)
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