Al día siguiente regresamos a la playa del Borrego, sin imaginarme lo maravillosa que sería aquella despedida de mar.
A la ida me llamó la atención este tremendo ficus que de tan frondoso apenas te das cuenta de lo potente que está su tronco. De regreso, poco antes de girar hacia el hotel, vi "accesible" este mango y lo quise besar, porque llevaba días viendo infinitos mangos creciendo pero ninguno a mi altura. Así que lo besé también.
Besé estos árboles el martes 12 de abril de 2016 en las calles Teniente José Azueta y Campeche 61 de San Blas (Nayarit-México).
Fotos: Augusto Metztli y Marthazul.
* Si quieres participar envía tus fotos besando/abrazando árboles a besosdearbol@gmail.com
* Si quieres colaborar y convertirte en mecenas puedes hacer un donativo, o comprar algún producto arbóreo pintado por Marthazul, o ser parte de Teaming por solo 1€ al mes el tiempo que tú quieras/puedas.
GRACIAS por ayudarme a seguir cuidando este bosque de árboles besados por el mundo.
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Hojas volando :)