De repente suceden cosas en la vida que te hacen cambiar lo que considerabas "de siempre". Se te ocurre hacer algo de otra manera, más independiente y natural, aunque sea motivada por algo poco apetecible. Así fue, aquella vez que fuimos por primera vez a buscar recambios para mi bomba de insulina a nuestra bola, y sobre todo, descubrimos lo diferente, y sano, que es al menos para mí, ir en transporte público y regresar caminando observando nubes, árboles, florecillas y hojas caídas... Detenerme a cruzar por donde tantos años había que pasar de largo, y decidir por mí misma besar a un árbol que sigue estando en un no-lugar importante.
Besé este pino-rotonda el 17 de julio de 2017 en Avenida Montecelo (Mourente-Pontevedra).
Fotos: A.Metztli y Marthazul.
* Si quieres participar envía tus fotos besando/abrazando árboles a besosdearbol@gmail.com
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GRACIAS por ayudarme a seguir cuidando este bosque de árboles besados por el mundo.
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