Conocí a la medio hermana de Augusto y su esposo, al día siguiente de aterrizar en México. Karla y Roberto nos llevaron encantados a Coyoacán, lugar donde habíamos estado el penúltimo día de mi viaje anterior. Allí tomamos un chocolate con churros, aparentemente iguales a los de aquí, pero ambas delicias con un sabor peculiar.
Anocheció muy rápido, pero dimos un paseíto por el centro, y antes de irnos vimos este tronco. Evidentemente no lo besé, pero creo que se merece estar en este bosque. A simple vista pueden parecer papeluchos, pero no, son chicles. La verdad que en el fondo me da pena por el tronco y también algo de asquito, pero en la forma es original. Fotografié este árbol de los chicles de Coyoacán, México DF, el miércoles 9 de diciembre de 2009.
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