Sí, lo que se ve en la foto son cocodrilos. Algunas fueron en la ida, ya que Yamil quiso detenerse para que yo flipase un poco antes de llegar a San Blas, pero el beso es de regreso, que sin pedirlo, también nos detuvimos y no lo quise dejar pasar. El espíritu protector de Augusto me decía que tuviese muuuuucho cuidado, pero sentía la confianza de que los cocodrilos estaban muy tranquiliños, y me acerqué tan sigilosa como veloz, a un lateral del mirador para besar uno de los muchos troncos de árboles que forman un manglar.
Beso de manglar en el Mirador de las Aves de San Blas (Nayarit; México) el martes 12 de abril de 2016.
El atardecer entre cocodrilos e infinitas garzas blancas fue la mejor despedida de esta tierra tan querida, y me hicieron olvidar tantito los piquetes de los jejenes que se quedaron por meses en mi piel, y recordar con cariño aquel viaje, a pesar de los desprecios infinitos de varias tapatías cuya existencia resulta ser agotadora, y fue muy especial tener vacaciones en la mitad de las vacaciones.
Lo mejor, poder echar a volar como la garza.
Fotos: Augusto Metztli y Marthazul.
* Si quieres participar envía tus fotos besando/abrazando árboles a besosdearbol@gmail.com
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GRACIAS por ayudarme a seguir cuidando este bosque de árboles besados por el mundo.
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