sábado, 30 de enero de 2010

Besos de arte y amor

Cuando visitamos la casa-puente de Frida y Diego, pagamos un extra para entrar con cámara y poder hacer fotos. En una de las habitaciones donde se exponen fotos de la vida de ambos, nos encontramos con esta original sorpresa, donde invitan a los visitantes a jugar con las marionetas, fotografiar la pose elegida por cada un@ y enviárselas al correo que indican.
Augusto puso a Diego cargando a Frida en brazos...

... y yo no pude evitar ponerlos a besar sus cactus.

La marioneta de Diego Rivera besó a un cactus del fondo el miércoles 9 de diciembre de 2009 en su casa-estudio de San Ángel (DF, México).

La marioneta de Frida Kahlo besó a un cactus el miércoles 9 de diciembre de 2009 en su casa-estudio de San Ángel (DF, México).
Beso de cactus entre pareja de pintores... ni más ni menos.

Fotos: Marta Rial

jueves, 28 de enero de 2010

Besos en la casa-estudio de San Ángel

El penúltimo día que estuve en México a finales de 2007, Augusto me llevó a Coyoacán y juntos conocimos la casa-museo de mi querida Frida Kahlo, y ya allí besé varios árboles de su Casa Azul.
 
Ahora tocaba ir a la casa-estudio de San Ángel, en la inmensidad del mismo DF. La famosa casa del puente de Diego y Frida, que el arquitecto y amigo Juan O'Gorman diseñó para que con-viviesen juntos pero no revueltos: él en la casa roja, y ella en la casa azul.

Nuevamente fue impresionante ver in situ todo ese mundo de Kahlo y Rivera que tanto estudié en mis últimos años de universitaria. Las casas, los colores, las figuras prehispánicas, las pistolas, los jabones, los pinceles, los caballetes, las escaleras, los cactus...
Este es el puente que unía y separaba a la pareja de pintores.
 
Me fui a la azotea de la casa de Frida, y Augusto me fotografió desde la casa de Diego.
Allí besé un árbol del jardín imaginándome que también puedo tener unas cejas-ave y alcanzar a las ramas más altas.
 
Desde arriba se veía este cuidadísimo jardín de piedras y cactus...

...con lagartijas.
 
Una vez más estaba dispuesta a besar a los cactus, a pesar del los primeros besos espinados.
Nunca he probado el tequila, ni pienso, pero sí besé unas ramas de agave...
 
... con mucha cautela.
 
Al acabar la visita salimos y no quise irme sin besar el original cierre de esta casa-estudio, que no es ni de madera ni de piedra ni de forja, si no de unos cactus muy especiales, protectores y protegidos *.
 
No se podían agarrar como un tronco normal porque se movían y te pinchabas (y más pinchazos en mi día a día, pues no, por favor).
 
Pero con cariño y mucho cuidado, lo logré y los besé. Fue el miércoles 9 de diciembre de 2009, en esquina c/Diego Rivera con c/Altavista, en la colonia San Ángel Inn, en DF (México).
 
* armatocereus oligogonus: es un cactus arbolado columnar, de hasta 3 metros de altura; con tallos articulados; 4 ó 5 costillas; y 1 ó 2 espinas centrales de color gris con 8-12 radiales; las flores son nocturnas de color blanco y tienen 5 cm de diámetro.
Fotos: Augusto Metztli y Marthazul
 

Increíble pero cierto

Panchita besó a este árbol de la calle Insurgentes el martes 8 de diciembre de 2009 en DF (México). Lo hizo con ayuda de Augusto y a través de la ventana, porque el smog nos afectó mucho los primeros días.

Panchita y Marciano fueron unos excelentes y originales compañeros de viaje. Muy bien portaditos, adaptables y queridos. Recién aterrizados y acomodados en casa de la tía Lourdes salimos a comer a la hora de merendar... Aunque parezca algo ordinario eso de salir a tomar un café, hacerlo después de tanto esfuerzo, unas 24 horas de viaje, y a miles de km, era como para no creerse estar en México tomando café (y una tragedia enterarse de que ya en ningún lugar público se puede fumar, gracias !!).

Pedimos un cafecito y unos molletes que tanto se nos antojaban con una reliquia de cachito de tortilla española (ultrafronteriza) que nos había hecho mi madre. Pero mientras esperábamos, a Panchita se le antojó besar a un árbol a su manera.


Fotos: Marta Rial