miércoles, 25 de febrero de 2015

Besos de ida y vuelta

Erica voló hace 3 años a Argentina, la que alguna vez también fue la tierra de las oportunidades para tantos gallegos. Pudo regresar de visita en diciembre de 2013, para reencontrarse con su familia, conocer a su nuevo sobrino, sentir la lluvia con la tranquilidad, darnos una increíble sorpresa, y ahora ya quedan pocas horas para que vuelva a volar hacia la terriña. Erica me regaló un paseo virtual con árboles besados y poema de Borges nada más llegar. Erica deja axá muchas experiencias, pesimismo pontevedrés diluido en las brasas, adaptación, clases, música, sol, flores, paseos, corazones, sonrisas, amigxs, y sobre todo, pinceladas, con colores y trazos renovados, que inevitablemente se quedan tatuados en sus recuerdos. Erica ya no es la misma, como diría Justo Ilhuicamina (en el buen sentido), por eso su maleta de regreso será muy especial.
Erica T Fresco paseó, besó y abrazó varios y grandes árboles en el Rosedal de Palermo, ubicado en el Parque Tres de Febrero en Palermo, Cap. Federal de Buenos Aires (Argentina) el 12 de abril de 2.012.

*Os dejo un poquito de su historia y un poema de Borges:

Fervor de Buenos Aires

                              La rosa,
                              la inmarcesible rosa que no canto,
                              la que es peso y fragancia,
                              la del negro jardín en la alta noche,
                              la de cualquier jardín y cualquier tarde,
                              la rosa que resurge de la tenue ceniza por el arte de la alquimia,
                              la rosa de los persas y de Ariosto,
                              la que siempre está sola,
                              la que siempre es la rosa de las rosas,
                              la joven flor platónica,
                              la ardiente y ciega rosa que no canto,
                              la rosa inalcanzable.

                                    Jorge Luis Borges.

Fotos: Mariano P.


**El Rosedal es hoy el corazón del Parque Tres de Febrero, viva esencia de un pasado colmado de sucesos trascendentes, donde no faltó la pujanza del inmigrante arraigado a nuestra tradición.
Los terrenos conocidos como Bañado de Palermo, que abarcaban el hoy Parque Tres de Febrero y pertenecían a Don Juan Manuel de Rosas, fueron confiscados después que éste fuera derrocado por el Ejército Grande al mando de Urquiza, en la batalla de Caseros el 3 de Febrero de 1852. Urquiza determina y ordena que las propiedades pertenecientes a D.J.M. de Rosas serian de pertenencia pública.
En la década de 1870, según escribe Jorge Ramos, las residencias comenzaban a emplazarse hacia el norte. El Presidente Sarmiento presentó un proyecto de conservación y rehabilitación de la reserva que es hoy el Parque Tres de Febrero
El 11 de Noviembre de 1875, se inaugura oficialmente el Parque Tres de Febrero. Esta denominación coincide con la fecha en la cual se conmemora la caída de Rosas en la Batalla de Caseros. La Primer Sección de este Parque estaba delimitada al Este por la actual calle Ugarteche, y a el Oeste por el Arroyo Maldonado. Este acto contó la presencia oficial del Presidente de la República, Nicolás Avellaneda, que plantó una "magnolia americana del bosque primitivo" que aún se conserva. Sarmiento, para quien el árbol es un personaje importante en su vida, pide uno cuyo nombre se desconocía y que resultó ser el jacarandá, cuyas flores embellecen hoy las calles de nuestra ciudad.
Esta fecha también fue para Sarmiento de suma importancia, ya que pudo ver su obra concluida. Las obras proyectadas consistían entre otras, en la reparquización y forestación de las calles de las Palmas ( hoy Avenida Sarmiento), o como las llamaran sus enemigos: "las escobas de Sarmiento".
El encanto del Rosedal reside en el vivo colorido de la enorme cantidad de sus flores.



domingo, 22 de febrero de 2015

Bicos n'anuqueira


Era domingo, como hoy, pero no llovía, y fuimos los cinco a comer a casa del tío Manolo, con Nélida y Suso. Desde entonces nosotros no hemos podido volver. Entre idas y venidas de trenes y aviones, las clases con más proyectos, enfermedades con duelo, y cambios decisivos con mudanza, llega el momento de publicar estas fotos de aquel inolvidable paseo en bici y a pie con Od2, respirando el aire puro de mis raíces.


Besé este árbol la tarde del domingo 8 de abril de 2012 paseando por Andrueira en Anuqueira (Sobrado dos Monxes - A Coruña).


Fotos: MayaM

viernes, 20 de febrero de 2015

Beso por partida doble

Este es el árbol besado más al norte, en la Europa más helada (aunque me aseguraron que había "poca" nieve en ese momento). Solo se ve a una chica con abrigo negro, pero realmente hay una joven familia reunida en la imagen que la hace aún más especial: Eva la besadora (mi compañera de tiempos bellasarteros), Tero el fotógrafo en la sombra de la nieve, y el pequeño Aatos tan ricamente en la panza de su mami.

"... Llevo muuucho tiempo queriendo mandarte una foto para contribuir, y con la nieve, el árbol típico de aquí y mi niño a punto, pensé que sería bonito... Aunque esté lejos, me acuerdo mucho de la gente a la que le tengo aprecio, y que contribuyen al bienestar de la Tierra..."


Eva Picallo beso este árbol el 6 de abril de 2.012 en la entrada del parque de atracciones de Linnanmäki en Helsinki (Finlandia).

Foto: Tero Ipatti



miércoles, 11 de febrero de 2015

Beso de árbol azul

  Seguía el frío y seco invierno de 2.012, y uno de los pocos sábados libres lo dedicamos a pedalear hasta Vilaxoán. El paseo fue sin prisas, observando el paso del tiempo por las intervenciones del "Muro de luz y agua" del decisivo verano de 2.007.
  Nos detuvimos 1º en el mío, para comprobar, una vez más, que el cemento que puse a los espejos peludos duró más de 4 días. Y después paramos en el muro ilustrado por nuestro colega Anxo Pastor de Galería Arcana. Allí hicimos varias fotos, entre ellas las de este besodeárbol pintado.
  Besé este árbol de tronco azul la tarde del 18 de febrero de 2012 en la C/ Valle Inclán de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) mientras el señor del muro contemplaba el hermoso cielo azul.
Fotos: Augusto Metztli.