jueves, 29 de julio de 2010

Besos para ser felices

Julio fue uno de los primeros en sembrar un beso de árbol en este proyecto, sorprendiéndome a finales de 2008 con unas fotos en un bosque de Burgos, hechas por Berta.

Desde entonces es fiel seguidor del proyecto, además de animarme y entusiasmarse con la gran cosecha de árboles besados que voy compartiendo. Tanto que ahora llega el turno de publicar su segunda participación, donde no sólo repiten la acción de besar otros árboles, ahora madrileños, si no que se intercambian los papeles de "besador y fotógrafo".

Berta, además de su amor, su musa y mejor testigo de sus andanzas, es quien le ha ayudado e inspirado a que Julio componga canciones como esta Sólo una mujer.
Berta y Julio besaron un árbol el frío sábado 23 de enero de 2010 en un bosque mágico que se llama Canencia en la Sierra de Madrid.

"... Como ves, de algún modo siempre viajas conmigo y te tengo presente, cada vez me resulta fabuloso besar a un árbol y cada vez más me convenzo de que ese gesto va más allá de lo simbólico y lo ecológico para convertirse en un gesto de conexión física con el universo, de retroalimentación energética con el cosmos; al menos así lo estoy viviendo cada vez que lo escenifico..." Julio.

Gracias por las fotos y por estas palabras y muchas otras... Que este proyecto llegue así a gente como vosotros, me anima a seguir cuidando cada vez más este bosque tan especial, variado y sin fronteras, a pesar del retraso cronológico de estar publicando en pleno verano los besos del invierno.
Si queréis conocer más a este gran artista y mejor persona pasaros por su espacio Julio Fowler, y si os coincide cerca no os perdáis sus conciertos... Yo me quedo con una de sus canciones que es de mis favoritas Para ser feliz... y para soportar el calor...
Fotos: Berta G y Julio F

domingo, 25 de julio de 2010

Beso dulce y tierno para celebrar el Xacobeo

A comienzos de año tuvimos una idea que preparamos pero naufragó en papeles perdidos con vistas al mar. Para ello tuvimos que pasear por la zona donde quisiéramos proponer unos talleres para niños con barquitos de papel, y de paso me apeteció dar un beso de árbol, a pesar de que aún cargaba una increíble y pesada dosis de jet lag en mi nueva mochila para la lluvia.
Recuerdo este parque cuando se inauguró allá por los 80's a donde me bajaban para jugar algunos domingos, porque había muchos columpios (y nuevos, quizá de los mejores de la época en Vilagarcía). Pero lo infantil de este parque duró poco, pues en la década siguiente se inundó de yonquis, jeringas y todolodemás. En fin, la "operación nécora" arrasó en todos los sentidos, y aún sigue dando coletazos. Tiempo después el parque de la Xunqueira fue el furor con cabida para todos los públicos (idea de un dibujo que me habían premiado cuando tenía 6 añitos namás).
También recordé que ya había besado 2 palmeras en el 2007: Una del parque de al lado con brisas del Atlántico, y otra bien lejana con aires del Pacífico. Pero nunca había besado una palmera canaria en mi pueblo. Lo mejor de este beso fue el propio acto de besarla. Comparándola con la mayoría de troncos que casi siempre son rugosos y algo desagradables, el beso de esta palmera fue una grata sorpresa. Fue exactamente como besar una magdalena o un bizcocho.


Y ahora, buscando información de estos dulces, que la semana pasada fueron el antojo de Augusto, veo que el nombre de estos bizcochitos de origen francés, se deba a que, en tiempos de los peregrinajes a Santiago de Compostela, una joven llamada Magdalena servía unos dulces con forma de concha (símbolo del peregrino). De ahí el derivado de las formas de las magdalenas, y casualmente la forma romboide del tronco de la palmera que sabe a magdalena que justo publico hoy, calurosísimo domingo 25 de julio de 2010, año Xacobeo.

Besé a esta palmera dulce y recortadita la fría mañana del jueves 21 de enero de 2010 en el paseo del parque del Centenario en el puerto de Vilagarcía
(Vilagarcía de Arousa - Pontevedra). Elegir el mejor cachito pa'besar fue como elegir la magdalena más apetecible de la bandeja.


Fotos: Augusto Metztli

sábado, 24 de julio de 2010

Besos de futuro incierto

Recibí esta foto a mediados de enero de 2010. Me la envió Thomas Salas, un tapatío que fue de los primeros en aportar una imagen propia de un árbol muy besado, al poco tiempo de haber mandado mi propuesta mundial para besar árboles de todo el planeta. Gracias!!

"Me encontré en una tarjeta telefónica un niño abrazando un árbol y pensé que podía interesarte. Es una campaña de alguna dependencia de gobierno. Feliz año"...Thomas Salas.

Sus palabras y la imagen lo dicen todo. Me encanta que la gente se acuerde de este proyecto y quiera colaborar de manera tan "natural". Y me hace gracia la relatividad del tiempo, de que sea ahora el momento de publicar esta entrada y recordar 2 cosillas muy importantes que me remite la imagen de esta tarjeta: 1º que pudimos acercarnos a besar y abrazar al árbol más viejo, y más ancho, del mundo; y 2º que estuvimos en una escuela poblana dando un taller de pintura con niños que me tatuaron el único buen recuerdo infantil de ese viaje. Ahora sólo falta lo más difícil, y es que al menos, algunos de esos tantos niños, se apliquen a cuidar sus bosques y no sólo aprendan a decir muchas palabras ajenas.

viernes, 23 de julio de 2010

Besos de senderismo nevado

En esta semana de clases, con calor, de siestas, con calor, de playa, con calor, de gratas sorpresas, con calor, de infinitas pinceladas y palabras, con el mismo calor, llega el turno de unos besos en la nieve pa' refrescar el ambiente.

Me las mandó José Manuel, un coruñés primo de Montse, que después de haber visto mi entrevista de la tv acerca de los besos y de los árboles, me escribió para felicitarme y prometió que en su próxima incursión en la naturaleza haría foto para enviármela. Así que lo dicho, se fue de caminata con unos amigos a mediados de enero y me sorprendió con estas 3 fotos y sus palabras: " ... enhorabuena de nuevo. Es bonito besar y abrazar árboles..."

José Manuel Ferreira besó a este árbol nevado en las proximidades de Cabana Vella (un lugar conocido con ese nombre por los habitantes de la zona y por los excursionistas) en la localidad de Cervantes (¿?) en los Ancares (Lugo; principios de enero de 2010)
...y que salga el sol por Algeciras,
y la media luna por Bagdad,
y los sueños sean mentiras, de verdad...

J.S.
Alfonso (arriba) y Santi (abajo)
Gracias a los 3 (y a Sabina ;)
por formar parte de este bosque de árboles besados.
Fotos: J M Ferreira Abelleira

viernes, 16 de julio de 2010

Cascadas de besos

Mi querida amiga Al debe de estar ahora volando, cruzando el charco para pasearse por nuevas tierras del norte. Y es ahora cuando me toca publicar unas de las muchas fotos que me mandó en enero.
Concretamente estas son de la semana de Navidad que vino de vacaciones a su Galicia natal, y bendita sea la hora que por fin las publico. Alba R.Santos besó este árbol en las Cascadas del río Barosa (Barro -Pontevedra) a finales de diciembre de 2009.
Más info de este maravilloso lugar aquí y aquí
Pero lo especial de este beso de Al, es lo que escribió para completarlo. Gracias por regalarme estas imágenes con tus palabras para que formen parte de este bosque de árboles besados.

"A veces la vida me resulta parecida a un vaso de agua sobre el que nunca deja de llover. A veces los días están llenos de trajes de fiesta desgastados en los armarios de las grandes residencias de verano donde jugaban los niños veinte años atrás. A veces el destino no es más que una fría hoja de calendario disecado, esperando que una sirvienta en los huesos y sin dientes le arranque las hojas.

Siempre me ha parecido que la vida merece la pena cuando uno teme perderla, cuando uno se da cuenta de que ese instante vale tanto la pena que nada en ningún otro lugar del mundo puede hacerte más feliz. Que nada valdría la pena si algo cambiara.

Sé de lo que hablo porque yo sentí eso una noche de abril en Barcelona después de un reencuentro en el aeropuerto del Prat. Volví a tener ese mismo sentimiento en una buhardilla recubierta en madera de Malasaña. Y cuando las cascadas rompían las olas minúsculas en las cáscadas de Barosa una tarde fría de enero. Y ese sentimiento nunca se olvida.

La felicidad bien merece ser inolvidable, al fin y al cabo no sucede tantas veces."

Foto: Alberto Abilleira

jueves, 8 de julio de 2010

Beso real de arce

Los desfases temporales me sobrepasan, y organizando los besos de árbol de mis queridos colaboradores, me olvidé de los míos. Hoy me acordé de este día. Uno de esos emocionantes del año, el día de la noche que vienen los reyes... magos. Aunque también es un día de puro consumismo, donde cuando quedan pocas horas para que pase la cabalgata con "sus majestades" a mucha gente le da el remordimiento en vena, y rebosa las tiendas para encargar a los reyes los últimos regalitos.


Nosotros estábamos recién aterrizados, intentando aclimatarnos a la brusquedad de aquí (que fue de lo poco que no extrañamos en el viaje). El cansancio por muchas más cosas que el jet lag fue denso, pero ya era hora de ir al super para rellenar nuestra mini nevera de antes, después de haber pasado por el 24 horas de casa de la abuela. Visitamos al compadre, pues era martes de mercado, saludamos a los queridos patitos del río del Con viendo que andaban tan frescos, y al pasar nos fijamos en este árbol. Su desnudez grisácea chocaba con el brillo de las pocas hojas que le quedaban, como restos de decorado navideño, pero puramente natural. Se veían los colores muy intensos, a pesar de la neblina, tan europea como nuestras prendas... y nuestras mentes ¿?



Besé este cálido arce de hojas rojas y amarillas, con mi colorido bolso de un tianguis poblano y toda la ropa de puro invierno, en el parque de A Xunqueira de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), fue la mañana del 5 de enero de 2010,y por lo tanto, mi primer besodeárbol de este año.


Fotos: Marthazul y Augusto Metztli

lunes, 5 de julio de 2010

Beso de árbol bíblico

Entre las mil cosas por hacer y los calores, ahora toca el turno de este otro beso lejano. Ya son tantos los besosdeárbol acumulados que se me fue la pinza en un dato, y descubrí, en mi intento por reordenarlos bien, antes de publicarlos por orden cronológico, que este beso fue del 2009. El motivo de mi confusión fue que lo vi a principios de enero en el facebook, después de aterrizar y de que Fer me avisara, y cuando volví a ver la foto me fijé que la fecha de la foto era de finales de diciembre.
Buscando información sobre este lugar de donde me mandaron este beso, me vuelvo a maravillar con la naturaleza. Es en el Parque Nacional Joshua Tree, una zona desértica californiana, a donde fueron en familia.
Mi prima Raquel me sorprendió con este beso a un árbol de Josué. Ella tan acorde con los tonos del paisaje, equipada con su calma, precisión, exactitud y delicadeza. Me trasladó a los recuerdos del verano que estuvo en mi casa, cuando yo era pequeña, y se convirtió en mi modelo a seguir, aunque al cabo de un tiempo ya se desviaron mis patrones, pero sí mantuve eso de hacer lo que una se propone y luchar por lo que quiere ser. El calor de estos días, además de agotarnos a todos, me recuerda a aquel verano con sus fríos inesperados. Prueba de que ha pasado el tiempo es que el verano pasado su hijo se anticipó y me regaló un beso juguetón desde tierras catalanas. Ahora fue su querida mamá, Raquel Prado E, quien besó a un árbol de Josué en el Joshua Tree National Park (California - Estados Unidos) en diciembre de 2009.

Para Marta, en Joshua Tree National Park (diciembre 2009)
Foto: Bruno S