miércoles, 24 de enero de 2018

Besoabrazo de delirio compartido


A.P.O. e I.S. besaron este árbol regalándome unas imágenes tan otoñales como aquella tarde del 25 de octubre de 2015 en Zierikzee (Holanda).


Foto: JW

jueves, 18 de enero de 2018

Bicos de mazá

Decidimos pasar la tarde del último viernes de octubre yendo de paseo a terras do Deza, y de paso cumplir varias propuestas como pasear con mi madre, llevarle el retrato de Paco a su querida hermana Carmucha (colaboradora y mecenas del proyecto), volver a sentir la Solaina, y como no, dar un besodeárbol (exactamente el nº 157) muy cerca de donde pinté Raíces hacía entonces 9 años.


Besé este manzano el 23 de octubre de 2015 en la mágica Solaina de Piloño de Vila de Cruces (Pontevedra), desde la tierra y desde la pasarela por donde accedes a una de las galerías hasta "o galiñeiro" que marcó para siempre la carrera de muchxs artistas.

Fotos: A.Metztli Marthazul


* Si quieres participar envía tus fotos besando/abrazando árboles a  besosdearbol@gmail.com

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GRACIAS por ayudarme a seguir cuidando este bosque de árboles besados por el mundo.

miércoles, 17 de enero de 2018

Beso digno y desenraizado


Después de haberme recuperado del "estrés invisible" ya pudimos salir a desconectar como siempre, es decir, una vez más por causa de invasión de ruidos y contaminación de los vecinos fantasma. Un experto en árboles nos había contado que uno de los camelios que arrancaron de Plaza España para trasladarlo a otros parques, estaba mal plantado y se estaba muriendo, por no decir que ya lo estaba, pero los árboles son de esos seres tan dignos que, como dice la canción, mueren de pie


Quise besar a este camelio para que formase parte del proyecto (además de retratarlo para Boreal) y darle una despedida solidaria de alguien que también había sufrido malestar a causa de las obras. Fue el 20 de octubre de 2015 en el parque de la Playa Compostela en Vilagarcía. El árbol no se veía muerto al 100%, o será que me lo imaginaba peor y como nadie hace nada, ahí seguirá, muerto pero de pie. Serán maneras de percibir malestares, como estar contenta ese día por ver el vaso medio lleno ya que mi indomable HbA1c había bajado a 7'3% (dedico este besodearbol a un gran mecenas con quien comparto mucho más que palabras glucémicas).


Fotos: A.Metztli Marthazul


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jueves, 11 de enero de 2018

Beso inspirador, sinfónico, incendiado e invisible

Retomo las publicaciones pendientes de 2015 y llega el turno de este beso coruñés y musical. Lo recuerdo como un paréntesis luminoso entre un mareo extraño en la panadería, presagio de un inolvidable estrés invisible que días después me hizo dejar de comer, usar 3 camillas en la sala de Urgencias del Salnés, y salir con la misma dolencia y más dudas sobre el personal/sistema médico. 


Besé este discreto magnolio antes de subirnos al tren de regreso. Fue el jueves 27 de agosto de 2015 en el jardín que hay entre la estación de Renfe y las calles Joaquín Planells Riera y Ronda de Outeiro en A Coruña


Desde hace tiempo los viajes que hacemos, sean más grandes o pequeños, van acompañados de árboles besados, una forma diferente de recorrer el mundo, y de recordar nuestra manera de girar con "Besos musicales".

Fue una escapada de apenas 24 horas, de un agosto que terminó muy otoñal, donde dejamos un cuadro firmado y otro por firmar. El día anterior pudimos desconectar, empapándonos para entrar en sintonía con algunas de mis canciones lluviosas favoritas, y viendo lo de tantos años desde una posición diferente y mucho más agradable y profesional. Desde entonces tengo ideas apuntadas porque fue algo demasiado inspirador, sinfónicoinolvidable, incendiado e invisible... De esos momentos que marcan un antes y un después muy definidos. Gracias totales a quienes me cuidaron tanto.



Fotos: A.Metztli Marthazul

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viernes, 5 de enero de 2018

Hasta siempre acacia

Buscando el horario en que se atascaría la calle para ver pasar una de las grandes mentiras con la que nos engañan en la infancia, me encontré con esta triste noticia, y a pesar del bullicio externo, edité estas fotos para saltar mi "riguroso" orden cronológico de publicaciones. Los árboles besados de finales del 2015, siguen esperando (si me quieres ayudar a agilizar publicaciones, y evitar retrasos de besosdearbol con coletazos de divorcios o muertes, hazte mecenas o teamer). Publico hoy (ya 5 de enero de 2018) estos abrazos y besos a la enorme acacia del Castriño, que siempre acariciábamos, y contemplábamos con respeto, al bajar las escaleras enraizadas. Sí, hablo en pasado, porque me acabo de enterar que la van a talar (la noticia es de ayer, quizá ya hayan comenzado a talarla), siempre por miedos, porque (léase lo siguiente con ironía) la vida humana vale más -como la blanca sobre la negra-, porque la humanidad nunca daña a la naturaleza, porque nos hacen ver que la lluvia o los árboles son malvados, porque no nos enseñan a creer en los ritmos naturales. Revisando las imágenes, recordamos que la quisimos abrazar para que formase parte del bosque mundial de árboles besados, porque conocemos el criterio municipal de peligrosidad arbórea. 

Lo siento acacia, siempre te recordaremos como a otros cuantos árboles catalogados en "besos de no árbol".

  

Augusto y yo besamos y abrazamos esta gran acacia el 22 de enero de 2016 en el parque Enrique Valdés Bermejo (O Castriño; Vilagarcía de Arousa) una tarde de húmedo y ruidoso invierno, que salimos a buscar carballos para bocetos de unas pinturas.


  Fotos: Marthazul y A.Metztli.


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