"... Nos acercamos mis dos amigas y yo para cumplir por parte de ambas una promesa a la Virgen del Santuario de Nuestra Sra. de los Milagros de Amil, sitio de una belleza especial, lleno de encanto en el cual está ubicado el Santuario. El árbol me fascinó sólo verlo y, pensé que reflejaba por sí solo gran parte de la belleza del entorno, me encandiló y me dio ganas de abrazarlo y de besarlo... Me parece importante señalar que en mi opinión es un lugar lleno de paz... Se siente una energía positiva que equilibra y nos ayuda a seguir nuestro propio camino, en todo caso es sin duda un lugar para vivirlo y experimentarlo en toda su intensidad..."
En los 80's me llevaron muchas veces a ese lugar, creyendo en milagros imposibles con toda su buena fe. No puedo recordarlo con la misma paz religiosa que Pili, mi compañera de pinceles, pero no descarto volver a pisar ese entorno, y disfrutar de todos los carballos y demás árboles que a los 6 años sería más sano haberlos escalado, y no pasar horas sentada y quieta, durante varios días seguidos, rezando a una imagen con cara de temor y tristeza, viendo cómo desfilaban billetes entre lágrimas y velas encendidas.
En los 80's me llevaron muchas veces a ese lugar, creyendo en milagros imposibles con toda su buena fe. No puedo recordarlo con la misma paz religiosa que Pili, mi compañera de pinceles, pero no descarto volver a pisar ese entorno, y disfrutar de todos los carballos y demás árboles que a los 6 años sería más sano haberlos escalado, y no pasar horas sentada y quieta, durante varios días seguidos, rezando a una imagen con cara de temor y tristeza, viendo cómo desfilaban billetes entre lágrimas y velas encendidas.
Pilar, MariCarmen y Rita besaron y abrazaron este gran roble en la Carballeira de Amil en Moraña (Pontevedra) el lunes 25 de marzo de 2013.
Fotos: Rita, MariCarmen y Pili.
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