Mis clases de pintura dieron mucho de sí, pues fueron unas cuantas generaciones las que vi crecer. Una tarde de abril las loquillas me volvieron a sorprender, queriendo bajar al suelo la pata de elefante que estaba junto a la ventana, para besarla entre todas y camuflarse entre sus hojas.
Como era de esperar, no me quise perder el momento, avisamos a Augusto para que nos tomase otra foto y listo. Las loquillas y yo besamos a mi pata de elefante el 9 de abril de 2013 antes de empezar la clase de pintura en Tlapaltic (Vilagarcía de Arousa; Pontevedra).
Pintaron toda la clase, pero la inovidable y sorprendente Lola quiso poner un toque especial, y despedirse besando a la plantita de nochebuena, que duró un buen tiempo con nosotrxs. Gracias por todo.
Fotos: profeMarta y Augusto.
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