Hace unos años fue noticia local que se había caído uno de los eucaliptos centenarios del jardín del Pazo de Rubiáns. Días después de lo sucedido nos coincidió pasar por allí acompañando a mis padres, y entre fresas y fotos de aquel nublado domingo quise saludar a los magnolios que están delante del portal de la entrada. Un beso y un abrazo siempre son saludables. Ojalá mi gesto les haya ayudado a que no tengan el mismo final que el citado eucalipto, o que al menos mueran dignos, de pie como lo hacen todos los árboles, no como los crímenes sin resolver unos metros más allá.
Besé y abracé a estos dos magnolios de la entrada del Pazo Rubiáns (c/Pazo,7-Ande, Rubiáns; Vilagarcía de Arousa, Pontevedra) una tarde de domingo de junio 2013.
* Recuerda que aún estás a tiempo de convertirte en mecenas de Besos de árbol desde Verkami, y así ayudarme a que pueda aparcar los pinceles un tiempito para dedicar mis horas a los besos sembrados por el mundo y agilizar las publicaciones. En este enlace http://vkm.is/besosdearbol puedes elegir la aportación que quieras/puedas. Gracias.
Fotos: Augusto Metztli
No hay comentarios:
Publicar un comentario