Después de adentrarnos en el monasterio de Sobrado, caminamos con Montse y Fer por sus alrededores para ver esa parte que menos se ve.
No todos los días una se encuentra con un río decorado con manzanas do país. Las rojas y verdes manzanas estaban refrescándose, antes de una casita muy enxebre, con hórreo sobre el tejado, que hay detrás del monasterio de Sobrado dos Monxes.
Allí besé al árbol vecino del manzano fluvial esa tarde del 2 de septiembre de 2010 en Sobrado (A Coruña).
Fotos: A. Martínez
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