La actualidad en Galicia se centra estos días en el abrasivo atentado ecológico que sufrió, y está sufriendo, un paraje incomparable como son As Fragas do Eume. En este enlace pueden ver unas imágenes del ahora y el hasta ahora, donde el naranja se devora al verde dejándolo todo más que gris. Pero hoy me toca publicar estas fotos para no perder la esperanza, y que nadie nos la queme.
Carmucha y Paco son mucho más que el alma de la Solaina. En la semana que se realizó la X Xuntanza de Artes Plásticas, Carmucha quiso coloborar, entre todas sus demás tareas que no son pocas, con la de besar algunos árboles de su entorno.
Carmucha besó a este árbol que está en la entrada de la Solaina, es un árbol hermano de intensas hojas rojizas, que anunciaba la clausura de la X Xuntanza, donde podemos ver al fondo, y colgado de un pequeño balcón, el cuadro de La ballena locomotora que pintó Augusto en esa semana. Cuando yo fui el sábado 17 de julio de 2010 para intervenir un diseño en directo, y antes de pintar mi vestido de novia lunar, Carmucha posó para mí besando este árbol que recuerdo desde la primera vez, en el 2004, que pisé ese encantador lugar que es A Solaina de Piloño, donde Paquiño madrugaba para trabajar sus esculturas junto a él.
Pero el buen gesto de Carmucha no se quedaba aquí, pues días antes había besado otro árbol aún más especial para ella. A nuestro regreso Augusto me sorprendió con estas imágenes. Es un árbol que está en la casa de Carmucha, pero es un árbol que plantó su madre... la madre de Paco y Carmen. Un árbol plantado por su madre, que sigue verde y rodeado de arte y mucho cariño.
Carmucha Lareo Morao besó estos árboles en Piloño (Vila de Cruces-Pontevedra) a mediados de julio de 2010. Dejo estas fotos con la esperanza de que muchas madres siembren en sus hijos el amor y respeto por la naturaleza, para que los niños que planten árboles los cuiden y respeten por siempre... Además dedico esta entrada a la salud de Paco, regresándole uno de sus abrazos de freixo desde Arousa hasta Piloño. Graciñas...
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