Amaneció con nubes y lluvia, nada sorprendente para ese domingo de increíbles sueños líquidos. Pero salimos a caminar y conocer un poco más la ciudad. El hotel donde nos hospedamos era algo más que introspectante, estaba en el ayre, era blanco, alto, enorme, imposible, enigmático.
El 18 de septiembre de 2011 besé este árbol de la calle Policarpo Herrero en Oviedo (Asturias), unas horas antes de adentrarnos en un azulísimo espectáculo de drama y luz.
Fotos: A.Metztli.
* Si quieres participar envía tus fotos besando/abrazando árboles a besosdearbol@gmail.com
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GRACIAS por ayudarme a seguir cuidando este bosque de árboles besados por el mundo.
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