La escapada a Oviedo fue el premio adelantado a las 2 semanas que nos esperaban para transformar Tlapaltic, como nunca antes habíamos hecho. Fueron días intensos de revisar-guardar-reciclar-regalar-desechar, con la gran ayuda de Augusto, y la especial colaboración de Papá y Mamá. Justo ahora, en estas semanas, casi 3 años después, estamos transformando el espacio pero aún más, con las ideas más claras que nunca, y la gran diferencia de que Papá no nos podrá ayudar como a él le hubiera gustado, con su calma y su bien hacer. Pero quiero creer, que desde allá donde su alma esté nos irá supervisando, y espero que esté diciendo "está ben, como se o fixera eu" y esas frases tan suyas.
De las cosas que en ese momento tiramos a la basura, hubo algo a lo que le cambiamos el destino. Eran unas piedras que alumnos de los "super roquiños" del 2008 habían pintado y que nunca habían recogido. Las dejamos decorando la base de un árbol vecino, y vimos que fueron desapareciendo en días posteriores.
Fotos: A.Metztli
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